jueves, 26 de febrero de 2009
domingo, 15 de febrero de 2009
Crónica jornada de introducción Febrero 2009
Del viernes 6 al domingo 8 de febrero de 2009 se celebró en la Asociación Zen de Alicante una Jornada de Introducción a la práctica de la meditación zen. El viernes por la tarde se reunió un grupo de personas interesadas en el zen, a los que el instructor Samuel Soriano ofreció explicaciones detalladas sobre la postura de meditación y la ceremonia, que a continuación se pusieron en práctica en una sesión de zazén con kin hin y ceremonia corta.
El sábado a las ocho de la mañana estábamos todos sentados en zazén en el dojo de la asociación. Tras varios periodos de meditación se realizó un samu o trabajo consciente, que consistió en la limpieza de las instalaciones, ayuda en la cocina y preparación del comedor. Después Samuel nos introduce al uso de los oriokis y más tarde dieciséis personas intentamos poner atención al ritual de la comida con cuencos. Tras la comida hay un breve periodo de descanso que acaba otra vez con zazén. Y luego un pequeño coloquio y más zazén; a las ocho de la tarde empezamos a salir para casa.
El domingo a las ocho de la mañana otra vez sentados en zazén. Algunos llegan un poco más tarde, a tiempo para el desayuno con oriokis, y luego hay más zazén, un descanso para un té y de nuevo más zazén. A la una de la tarde se da por terminada la introducción con un círculo de corazones, en el que cada uno describe su experiencia durante el fin de semana: me siento como si me hubiera pasado una apisonadora por encima y me hubiera vaciado de mí mismo; estoy machacado y al mismo tiempo como nuevo.
Durante el círculo de corazones advierto que no soy el único que se siente agradecido, sino que la experiencia ha sido rotunda y positiva para casi todo el grupo. Una introducción de fin de semana en un centro urbano es diferente al retiro en Luz Serena: el bullicio de la ciudad se cuela por las rendijas y el silencio es difícil de mantener, por lo que no puedes interiorizar del mismo modo… a cambio las expectativas son distintas, lo cual puede tener consecuencias sorprendentes. Se mantiene más contacto con los compañeros de retiro, apreciando múltiples puntos de vista.
El desembolso económico es reducido y el horario asequible, de modo que resulta más fácil planificar un retiro de este tipo que, por otra parte, aprovecha las instalaciones del centro y lo abren a quien tenga inquietudes espirituales pero no se plantearía en principio una estancia en un centro remoto. Samuel da por concluido el círculo de corazones con el compromiso de repetir la experiencia regularmente. Todos damos las gracias al Buda, al Dharma y a la Shanga.
Gustavo Vilchez
en
22:21
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